
Es una vibración de presión con una frecuencia muy por debajo a la que, el oído de los humanos puede percibir.
El infrasonido se encuentra entre una frecuencia de 0 y los 20 Hertz.
La mayoría de los aparatos electro acústicos utilizan una frecuencia entre 20 y 30 Hertz, se considera también como infrasonidos a toda vibración con una frecuencia por debajo de los 30 Hertz.
El hecho de que no escuchemos conscientemente el infrasonido no significa que no le respondamos; en ciertas personas, el sonido de baja frecuencia puede inducir sentimientos de temor e incluso depresión.
¿Qué causa el infrasonido?
Cualquier cosa desde terremotos hasta meteoros, olas oceánicas, ventiladores, tuberías viejas y vibrantes en su casa. Asimismo, ciertos animales producen infrasonidos para comunicarse entre sí, como las ballenas y los elefantes.
Los elefantes, en particular, producen ondas infrasónicas que viajan a través de tierra firme y son detectadas por otras manadas usando sus pies, aunque estén separadas por cientos de kilómetros.
Los animales también reaccionan a los infrasonidos. Esta puede ser una de las razones por las que reaccionan tan rápido cuando se avecina un desastre natural, como un terremoto.
En los seres humanos, los infrasonidos pueden causar una serie de efectos extraños, aparentemente inexplicables: dolores de cabeza, náuseas, terrores nocturnos y trastornos del sueño. Pero el sonido de baja frecuencia puede hacer aún más que eso.
Infrasonidos y fantasmas
Si el infrasonido golpea con la fuerza y frecuencia correctas, puede resonar con los ojos humanos, haciendo que vibren. Esto puede llevar a una visión distorsionada y la posibilidad de avistamientos «fantasmas». O, al menos, lo que algunos llamarían espectros.
El infrasonido también puede hacer que una persona sienta que hay una entidad en la habitación con él o ella, acompañada de ese sentido de miedo antes mencionado.
Este extraño fenómeno ha sido documentado en múltiples ocasiones. Por ejemplo, una noche mientras trabajaba en un laboratorio, Vic Tandy de la Universidad de Coventry experimentó sentimientos de ansiedad e incluso presenció una mancha oscura por el rabillo del ojo.
Según Tandy sus cabellos se erizaron, pero cuando volvió para mirar a la extraña figura, no encontró nada allí.
Al día siguiente, Tandy volvió a ver la figura oscura, y además notó que la lámina de esgrima con la que estaba trabajando, vibraba inexplicablemente entonces, decidió investigar.
Resultó que había un ventilador silencioso en el laboratorio. El ventilador emitía ondas de sonido de baja frecuencia a 18.98 Hertz, justo alrededor de la frecuencia de resonancia del ojo humano.
Asimismo, creó una onda estacionaria en un área de la sala, que es la que hizo que la lámina vibrara. Tandy, afirmó que cuando finalmente lo apagaron, era como si se hubiera levantado un gran peso, y se acabaron los miedos.
Las vibraciones extrañas, las ilusiones ópticas y los sentimientos deprimidos se debían a los infrasonidos, y le habían dado al laboratorio la reputación de estar embrujado, pero todo fue por un ventilador vibrante.