Histérica: Concepto, Significado y Definición ¿Qué es?

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Esta palabra tiene su raíz etimológica de la palabra latina hysterĭcus, que también procede del vocablo griego ὑστερικός, que significa útero o matriz.

La palabra Histérica se emplea, para referirse a una persona nerviosa, alterada, agitada e irritable. Hace muchos años se tenía la creencia que la histeria y sus síntomas provenían de algún problema orgánico del útero, y por lo tanto las damas podrían sufrir de histerismo.

Histeria en Psicología

La histeria ha sido diagnosticada por la psicología desde hace algunas décadas. El famoso psicoanalista Sigmund Freud hacia los años 1800 en Europa, uso este término en sus trabajos. En esa época era común la represión sexual, y el Doctor Freud no tuvo impedimentos ni reparos para estudiar el tema.

En sus investigaciones Freud estudió los orígenes de la histeria y consideró que provenían de raíces traumáticas y en la mayoría de los casos provenía de abusos sexuales. Además, diagnóstico hombres con histeria, en un contexto donde los patriarcados eran severos, el sexo era un tabú.

¿Quiénes pueden ser personas histéricas?

En el trasfondo de la palabra histérica, se puede observar al sexismo, y al miedo de hacer referencia a hombres con histeria.

La idea que las mujeres con problemas en su útero, padezcan síntomas físicos y psicológicos de angustia, no tiene fundamente. Sin embargo, esta creencia es cultural y etiqueta a las mujeres como seres con menos capacidad de razonar.

Cuando las mujeres por alguna razón están disgustadas, a quienes las rodean se les ocurre preguntar si están en sus días de período.

Si una persona es equilibrada en su carácter entonces, se le considera fría. No deja a las personas otro remedio que sonreír y actuar de acuerdo con lo que la sociedad considera emocionalmente aceptable. En el caso de las mujeres, su mejor papel es sonreír, para que su entorno social esté satisfecho.

Por antiguas creencias obsoletas y caducas, se pensaba que solamente las mujeres podían ser llamadas histéricas y que si una mujer estaba mentalmente enferma mejoraría si su útero fuese normal.

Además, los hombres no podían diagnosticarse con histeria porque no tienen útero. Asimismo, se tenía la creencia que los varones eran demasiado fuertes, enérgicos y recios para padecer de enfermedades femeninas.

Por lo anteriormente descrito, los caballeros con síntomas de histeria, no fueron tratados por su angustia psicológica.

En tiempos modernos los académicos en Psicología reconocieron que los orígenes de la histeria y la forma de referirse a una persona como histérica son ofensivos. Es por esto que no se emplea en los diagnósticos.